Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero.
Salmo 119:105 NVI
En algún momento, ¿has caminado por un lugar oscuro o simplemente donde la luz existente no alcanza para vislumbrar lo que hay delante? Probablemente has sentido miedo, inseguridad, incertidumbre, ansiedad, estrés, entre otros malestares, y es justamente porque cuando no podemos ver hacia dónde se dirigen nuestros pasos, se nos dificulta seguir un rumbo y llegar a algún destino. Justamente eso nos pasaba cuando no teníamos en nuestras vidas la guía de la Palabra de Dios. Porque como dice esta porción bíblica, la Palabra de Dios es luz en nuestro camino.
Pero, ¿qué es la luz? Científicamente se le llama luz a la parte de la radiación electromagnética, es decir, que es una forma de energía que se propaga, que puede ser percibida por el ojo humano. En tanto, la luz para nuestro crecimiento espiritual es un elemento fundamental. A través de la Biblia, podemos entender que la luz es un elemento esencial para la existencia de los seres vivos. Dios comenzó la obra de la creación haciendo la luz (Génesis 1), incluso si escudriñamos más adelante, la Biblia en Juan 1 define la luz como VIDA.
Por extensión y discernimiento sabemos que la luz, la vida y todo lo que es bueno tiene raíz en Dios. Es por ello que, al comparar la Palabra de Dios con la luz, sabemos que esta luz es la que dirige correctamente nuestras vidas pues, ¿cómo caminaremos en un mundo cada vez más oscuro como el nuestro, sin la energía y guía que nos da la luz de Cristo por medio de la Biblia?
El diccionario, a modo general, nos da la definición de luz como algo que permite ver, algo que ilumina e informa. Hay dos tipos de luz: la física y la espiritual. Cuando el ser humano se expone a la luz física, su ánimo cambia. Esto nos hace entender que si nos exponemos a la luz espiritual (Cristo mediante el Espíritu Santo), esta luz nos invita a obrar rectamente y nos guía a hacer lo que Dios espera de nosotros: SU VOLUNTAD.
La Palabra de Dios es la luz que nos permite caminar por el sendero de nuestra vida y como luz, nos guía hacia lo correcto: vivir nuestro propósito sin olvidar nuestro primer amor en Dios para afrontar los desafíos de la vida sin perder la esperanza de una vida mejor, LA VIDA ETERNA.
Oremos unidos en nombre de Jesús, pidiendo que sea Dios quien nos ayude por medio del Espíritu Santo a vivir en la luz de Cristo para caminar en el sendero correcto, la voluntad de Dios. Que en nombre de Jesús sea la luz de Cristo sobre nuestras vidas para que nos ilumine y nos guíe para cumplir la voluntad de Dios, y por medio de ella dar a conocer el amor de Jesús al mundo que tanto necesita luz en medio de tanta oscuridad. Que sea nuestro Dios hablando a nuestro corazón para que toda tiniebla sea removida por medio de su luz en nombre de Jesús. Amén, amén y amén.
¡Dios te bendiga!
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